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domingo, 25 de octubre de 2009

Construyen en Tokio la casa con la mayor eficiencia energética

Arquitectura Bioclimática




Por favor, pasen al salón, pónganse cómodos, vamos a echar un vistazo a la casa más eficiente, la casa sin emisiones de CO2.
Los invitados llegan por una calle iluminada por farolas de consumo cero: éstas integran una placa solar y un minigenerador eólico que las mantienen en marcha. Al entrar al salón, los sensores de movimiento captan la presencia de los visitantes. Las bombillas LED, que gastan 10 veces menos que las convencionales, se encienden ante su presencia.
El sistema de climatización, accionado por los sensores, también se ajusta por sí solo al nivel de mayor confort y menor gasto. Son ejemplos llamativos de domótica aplicada, pero estos automatismos no son lo más importante. El verdadero corazón de la casa verde se desvela al encender la pantalla plana. Es una televisión, pero también el centro de control del edificio, que permite conocer su metabolismo. Cuántos aparatos, luces o sistemas de climatización están en marcha, cuánto gastan y cuántas emisiones de CO2 equivalentes están generando. Y también qué cantidad de energía se está produciendo. Porque las placas fotovoltaicas del techo y la pila de combustible del patio generan energía. Y una batería de ion litio almacena la que sobra. Es la misma que usa el coche eléctrico del garaje. La pantalla muestra el balance entre gasto y consumo. La intención es que sea cero.
Casa piloto en Tokio
¿Ciencia ficción? No. La casa se puede visitar en el Centro Panasonic de Tokio. Inaugurada en abril de este año, ha sido una de las atracciones de la feria de tecnología Ceatec, recién celebrada en la capital japonesa. Entre el refulgente despliegue de nuevos productos de centenares de empresas destacaba el stand de Panasonic. En él, la estrella era la televisión doméstica en tres dimensiones, que pronto llegará a los mercados. Pero lo verde era la otra apuesta expositiva de la compañía. Su iniciativa Eco Ideas, lanzada en 2007, pretende implementar la producción de aparatos eficientes y aplicar las políticas de ahorro al propio sistema de fabricación.
La Eco Ideas House exhibe los avances logrados en el campo del ahorro y la generación de energía limpia. Las lavadoras y los frigoríficos consumen hasta un 40% menos que los modelos de hace dos años. Un nuevo panel aislante evita hasta un 50% las fugas de calor. Respecto a la generación de energía, la pila de combustible, que quema gas ciudad para producir a la vez calor de calefacción y electricidad, logra un 70% más de aprovechamiento del recurso y está a punto de ponerse a la venta en Japón.
La batería acumuladora de ion litio ya está en el mercado: es la que equipa el motor eléctrico del Toyota Prius, la constructora de automóviles con la que está asociada la marca electrónica. Y los paneles solares son de tecnología propia. De hecho, la compañía cree que su división energética será el 10% de su volumen de negocio en breve plazo.


En Europa, Panasonic es conocida como fabricante electrónico, pero en Japón trabaja muchas otras ramas, incluso la construcción. Sin embargo, sus ejecutivos no dicen si llegarán a ofrecer la casa como un producto completo al consumidor. Pero sí afirman que casi todos los elementos que en ella se muestran están a la venta o lo estarán pronto.
No es extraño que la apuesta por la eficiencia llegue desde Japón, un país de poco territorio, con mucha población y un desarrollo urbano e industrial superlativo que lo convierten en un ejemplo de los retos del futuro, un campo de pruebas para el desafío de gestionar la escasez de recursos y el cambio climático. De hecho, el recién elegido Gobierno nipón ha dado un paso en ese frente al comprometerse a reducir un 25% sus emisiones para el año 2020.
También los líderes empresariales caminan hacia lo verde. Fumio Ohtsubo, presidente de Panasonic, afirma: «Una nueva percepción de valores se está extendiendo por todo el mundo. Cuando la economía se recupere [de esta crisis], creo que los mercados mundiales y el tipo de productos y servicios demandados por los consumidores serán muy diferentes y estarán marcados por las preocupaciones ambientales».

elmundo.es


martes, 6 de octubre de 2009

Producir Electricidad y Desalar Agua

Ingeniería

Un proceso que depura las aguas residuales y genera electricidad también puede eliminar el 90 por ciento de la sal de las aguas salobres o de mar, según un equipo internacional de investigadores de China y EE.UU.

El agua pura para beber, lavar y para usos industriales es un recurso escaso en algunas partes del mundo. Su disponibilidad en el futuro será aún más problemática. En muchos lugares ya se desala el agua usando alguno de los dos procesos más comunes. Uno es el de ósmosis inversa. En este proceso, se fuerza el paso del agua bajo altas presiones a través de membranas que no permiten el paso de la sal.
El otro proceso es el de la electrodiálisis. En él, se usa la electricidad para extraer los iones de sal del agua a través de una membrana. El problema es que ambos métodos requieren grandes cantidades de energía.

Los autores del nuevo trabajo apuestan por un mejor enfoque: La desalinización del agua puede hacerse sin gasto de energía eléctrica y sin aplicar altas presiones, gracias a usar una fuente de materia orgánica como combustible para desalinizar el agua. Actualmente, se consume mucha electricidad para desalinizar el agua. Con el método desarrollado por Bruce Logan, Profesor de Ingeniería Ambiental en la Universidad Estatal de Pensilvania, y su equipo, podría desalinizarse el agua y producir electricidad mientras se elimina la materia orgánica de las aguas residuales. Los investigadores ya han preparado y puesto a prueba un prototipo, a modo de demostración del concepto. Ahora habrá que perfeccionarlo para garantizar que tenga un buen rendimiento.

lunes, 5 de octubre de 2009

'La arquitectura es la principal causa del cambio climático'

Arquitectura Bioclimática

¿Utopía o solución? Cuando el mundo se ve inmerso en una crisis global, cuando tiemblan los cimientos del sistema, toca buscar soluciones que vayan más allá del simple parche. Y es que toda revolución viene precedida de una crisis. Y Enric Ruiz-Geli está convencido de que nos encontramos ante la tercera revolución industrial.
El sistema económico imperante en las últimas décadas se agota, el cambio climático amenaza la supervivencia del planeta y las sociedades propugnan nuevas formas de relación, en las que el individualismo y la competitividad se ven obligados a dejar paso al altruismo y la empatía. También la arquitectura se ve abocada a revisar sus bases, a ponerse al servicio de la sociedad y, sobre todo, a adaptarse a los recursos con los que ésta cuenta.
Éstas son las premisas en las que basa su trabajo Ruiz-Geli, adalid catalán de la arquitectura sostenible y Premio Tendències 2008, que aparcó momentáneamente su trabajo —confidencial por el momento— en Jamaica para inaugurar el curso académico de IE University en Segovia.

El movimiento, aún en estado embrionario, aboga por concebir la arquitectura como un organismo vivo, que tenga en cuenta el impacto del edificio, su consumo y su capacidad de generar y almacenar energía. Y es que, según afirma Ruiz-Geli, "la primera razón de cambio climático es la arquitectura. Los edificios producen el 40% de la emisión de Co2 a la atmósfera".

Pregunta.- Actualmente está desarrollando un proyecto en Jamaica, ¿qué le ha llevado hasta allí?
Respuesta.- El cambio climático se expresa en lugares extremos del planeta. Uno es el Golfo Pérsico, donde antes sufrían dos tormentas de arena al año, y ahora dos al mes. Otro es la Antártida. Y el tercero, el Caribe: tormentas, huracanes, ascenso de las temperaturas... Es un termómetro estratégico.

P.-
¿Y qué papel está llamada a desempeñar en este contexto la arquitectura sostenible?
R.- El petróleo se acaba, es el crespúsculo de una era, por lo que hay que producir un nuevo modelo. Se habla de crisis financiera, pero en realidad es una crisis económica conectada a la propiedad, al clima, al consumo, al modelo humano, en definitiva. ¿Cómo ha de ser esta arquitectura? El primer paso es cambiar de un modelo geopolítico a un modelo de la biosfera, sin fronteras.
El planeta está pidiendo que trabajemos junto y en equilibrio. Por lo tanto, nuestra arquitectura ha de operar con un guión fundamental que, igual que antes lo era el programa, o el valor de la fachada, ahora es la energía. Nuestros edificios buscan ser semillas para despertar a la sociedad de la hipnosis frente a modelos como Ikea, en los que todo es igual.

P.- ¿Cuáles serían los pilares de este movimiento?
R.- En primer lugar, que el edificio use las energías limpias, de forma que aumentemos la ecoeficiencia reduciendo su consumo. El segundo pilar es que los edificios se conviertan en productores de energía, de forma que pasarían de ser el problema a la solución. Si un edificio es autónomo, puede serlo una ciudad o un país, y empieza la revolución.
Este modelo de arquitectura tiene gran importancia política: por ejemplo, el Rey actualmente se ve obligada a conversar con Argelia, con Libia o con Rusia para garantizar el suministro energía. Esta arquitectura favorecería un sistema independiente.
La tercera premisa es crear edificios con capacidad de almacenaje de energía, en torno a los que aparecería una red inteligente que interrelacionaría todos los inmuebles y depósitos de energía, de forma que vecinos, comunidades, barrios y ayuntamientos compartirían los recursos.
Jeremy Rifkin defiende que cuando convergen un nuevo modelo de comunicación y un nuevo modelo energético surge un nuevo humanismo. Sucedió con la imprenta y el Renacimiento. Hoy estamos ante formas de comunicación diferentes: MySpace, Twitter, Internet... Si apostamos por este nuevo modelo de energía aparecerá un nuevo humanismo en el que pasaríamos de consumidores a productores, un capitalismo distribuido.
"Nuestros edificios buscan ser semillas para despertar a la sociedad de la hipnosis frente a modelos como Ikea"

P.-
¿Pero van a permitir las actuales estructuras de poder que este modelo avance?
R.- Cuando la telefonía móvil llegó a España, las compañías pretendían que fueran los ayuntamientos los que pagaran las antenas. No fue así, y finalmente las instalaron las operadoras. El debate ahora es quién va a liderar este proceso. Yo diría que se producirá una ironía que nos va a sorprender, por ejemplo: el mayor productor de placa solar es BP. Saben que se les muere el flujo de petróleo, y están cambiando al modelo verde.

P.-
Un ejemplo de arquitectura ecológica sería...
R.- Estamos construyendo el Mediatic, un edificio de oficinas en Barcelona, en el barrio 22@ (el distrito de la innovación), que ahorra el 75% de la energía. Tiene una doble piel, que es un diafragma de cojines de etfe, que abre y cierra de manera digital según el sol que reciba. El edificio respira, si pasa una nube, la piel se abre para captar más luz. Cuando vuelve el sol, se cierra. Es el modelo opuesto al tradicional, el de edificios de oficinas acristaladas con todos los fluorescentes encendidos a las 12 del mediodía.

Edificio MediaTIC

P.- ¿Cómo aplicar estas tesis en una gran ciudad, por ejemplo en Madrid?
R.- Lo que sucede con este sistema es que, o están todos los niveles sintonizados, o no hay equilibrio. Madrid tiene una infraestructura de transporte público brillante, pero sería necesario además apostar por los vehículos híbridos y eléctricos, peatonalizaciones en el centro, y que los arquitectos de Madrid trabajen más en Madrid. Hay una generación joven bien preparada que se ve obligada a diseñar fuera, como Federico Soriano o Eduardo Arroyo. Es muy importante que podamos ser locales. Si no, sólo tendremos una liga internacional de arquitectos que van haciendo franquicias por el mundo

P.-
Hablando de esas 'franquicias', ¿qué opinión le merecen los edificios icono, tan de moda?
R.- El hecho de que un edificio tenga un diálogo potente con la ciudad y ponga la arquitectura a debate es bueno. El problema no es que la arquitectura sea icónica, sino que sea una fotocopia. No está bien es que Richard Meier haga Fráncfort, Múnich, Barcelona, Houston... y sean fotocopias. Esto mata a la generación que quiere trabajar y no puede.

P.-
Entre sus proyectos se encuentra la ampliación del Acuario de Nueva York. ¿Cómo va a hacer de él un edificio sostenible?
"El problema no es que la arquitectura sea icónica, sino que sea una fotocopia"
R.- Todo el edificio, que tiene ocho hectáreas, es una gran planta de producción de energía: fotovoltaica, con iluminación autosuficiente, la limpieza del fondo marino se realiza con unas boyas que generan energía a través del movimiento de las olas.... Además, tenemos una patente nueva: la humedad relativa nocturna es muy alta, y a través de la condensación con unas bolas de policarbonato, recogemos agua que utilizamos para riego. Así, la humedad, en lugar de ser un problema, es una ventaja.

P
.- ¿Qué consejo le daría a los arquitectos jóvenes?
R.- Que no se enfrenten a la arquitectura, sino que expandan sus límites. La arquitectura está en los videojuegos, en Internet, en el teatro, los museos, los fuegos artificiales... Todo eso es arquitectura, por lo que no hay excusa para no hacer arquitectura.



el mundo.es

domingo, 4 de octubre de 2009

Células Solares de Bajo Costo Imprimibles Como Periódicos o Pintables en Tejados

Ingeniería

Pronto será posible producir células solares baratas usando tintas de nanopartículas que permitan su impresión de modo no muy diferente a como se imprimen los periódicos, o que permitan pintarlas en algunos muros de los edificios o en sus tejados.

Brian Korgel, ingeniero químico de la Universidad de Texas en Austin, espera bajar el costo a una décima parte del actual, gracias al reemplazo de un proceso estándar de la fabricación de células solares que requiere de altas temperaturas y es relativamente caro.Lograr innovaciones como ésta es básicamente lo que se necesita para hacer que las células solares y la tecnología fotovoltaica en general sean adoptadas de forma amplia. El Sol proporciona una fuente de energía casi ilimitada, pero las tecnologías actuales para captar la energía solar son prohibitivamente caras y no pueden competir por ahora con los combustibles fósiles.

Durante los últimos dos años, Korgel y su equipo han estado trabajando en esta estrategia de usar nanomateriales especiales para la fabricación barata de células solares. Korgel está colaborando con los profesores Al Bard y Paul Barbara, ambos del Departamento de Química y Bioquímica, y el profesor Ananth Dodabalapur, del Departamento de Ingeniería Electrónica y Computación.Las tintas podrían imprimirse en un proceso de rollo a rollo sobre un substrato de plástico, o de acero inoxidable. Y la perspectiva de poder pintar con las tintas el tejado o algún muro de un edificio también parece viable.Gracias a sus nanoestructuras, estos "nanomateriales" para la absorción de la luz permiten fabricar con ellos láminas funcionales 10.000 veces más delgadas que un pelo.
En el 2002, Korgel cofundó en California una compañía llamada Innovalight que está produciendo tintas que usan silicio como base. Esta vez, Korgel y su equipo están usando seleniuro de cobre, indio y galio (CIGS por sus siglas en inglés), el cual es más benigno con el medio ambiente y también más barato.El CIGS tiene otras ventajas sobre el silicio. Por ejemplo, por sus características, se necesita una cantidad mucho menor de este material para hacer una célula solar.